Alrededor de 2700 millones de personas aún no tienen acceso a Internet. Esto significa que casi un tercio de la población mundial sigue excluida de una herramienta que permite acceder a educación, buscar empleo, emprender, conectarse con los servicios públicos y mantenerse en contacto con amigos y familiares.
Si bien los esfuerzos a gran escala de los gobiernos, el sector privado y las instituciones multilaterales han llevado conectividad a la mayor parte del mundo, estos enfoques por sí solos no son suficientes. El ritmo de adopción de Internet se está desacelerando, y en muchas comunidades rurales, remotas o marginadas, los modelos económicos que tradicionalmente impulsan la expansión no funcionan.
Las brechas de conectividad persisten no solo debido a la infraestructura o la tecnología, sino también a barreras estructurales como la asequibilidad, la alfabetización digital y la relevancia. Para cerrar estas brechas es necesario reconocer que Internet no llega a todas las personas por igual y que quienes permanecen desconectados suelen ser las mismas personas que enfrentan otras formas de exclusión sistemática. Es para estos casos que están diseñadas las soluciones de conectividad centradas en la comunidad.
¿Qué es la conectividad centrada en la comunidad?
Conectividad centrada en la comunidad se refiere a soluciones de conectividad construidas para, con o por las propias comunidades locales. Estas soluciones no se imponen desde afuera, sino que se diseñan con la participación directa de quienes las usarán y las mantendrán. Suelen surgir en lugares donde otros modelos han fracasado o no son viables.
Incluyen redes comunitarias, cooperativas, proyectos de conectividad liderados por comunidades indígenas y muchos otros modelos. Se basan en la gobernanza local, utilizan tecnologías asequibles y apropiadas, y se sustentan mediante modelos flexibles que reflejan las prioridades de la comunidad.
Las soluciones centradas en la comunidad se enfocan en las necesidades de las personas a las que sirven y se apoyan en el liderazgo local. Esto les permite abordar tres desafíos principales que contribuyen a la brecha digital:
Disponibilidad: llevan infraestructura a lugares donde antes no la había.
Asequibilidad: están diseñadas para ser de bajo costo y financiadas por la comunidad.
Adopción: promueven confianza, relevancia y capacidades locales.
Así, la conectividad centrada en la comunidad no solo brinda acceso, sino que hace que este acceso sea significativo.
¿Es la conectividad centrada en la comunidad la única manera de conectar a quienes no están conectados?
En muchas partes del mundo, la tarea de expandir el acceso tradicionalmente ha estado en manos de proveedores de servicios de Internet (ISP) comerciales y operadores móviles. Estos proveedores han construido y mantenido las redes que conectan a gran parte de la población mundial, especialmente en zonas urbanas y densamente pobladas. Sin embargo, a menudo la conectividad no llega a lugares donde el retorno económico es limitado.
Para llenar esos vacíos, han surgido diferentes enfoques: asociaciones público-privadas, fondos de servicio universal, cobertura satelital y acuerdos de compartición de infraestructura. Estos esfuerzos son importantes y seguirán siendo parte de la solución.
Pero por sí solos no bastan y es aquí donde entra en juego la conectividad centrada en la comunidad.
Las personas que más la necesitan
Las comunidades más afectadas por la brecha digital también están entre las más marginadas. Las mujeres, los pueblos indígenas y las poblaciones desplazadas suelen enfrentar barreras únicas para acceder a la conectividad. Sin soluciones a medida, estas barreras persistirán.
Poblaciones desplazadas
Las personas desplazadas —entre ellas los refugiados, los migrantes y quienes han sido afectados por conflictos o por el clima— a menudo viven en zonas donde la infraestructura es limitada, la situación jurídica es incierta y los horizontes de planificación son a corto plazo. La conectividad es una herramienta fundamental para la seguridad, la educación, el acceso a los servicios, así como para mantener los vínculos familiares y comunitarios. Sin embargo, en estos contextos muchos esfuerzos de conectividad son fragmentados o transitorios.
Los modelos centrados en la comunidad ofrecen una manera de construir soluciones duraderas y sostenibles al involucrar directamente a las comunidades desplazadas en el diseño y la gestión de redes que respondan a sus necesidades.
Mujeres
A nivel global, las mujeres tienen menos probabilidades que los hombres de tener acceso a Internet. En muchos lugares, esta brecha es pronunciada, especialmente en zonas rurales y de bajos ingresos. Las barreras que enfrentan incluyen la asequibilidad, las normas sociales y el acceso limitado a la educación y las habilidades digitales.
Apoyar a empresas sociales lideradas por mujeres en el ámbito de la conectividad genera nuevas oportunidades para la inclusión. Estas organizaciones ya desempeñan un papel clave en la creación de redes, la capacitación y la generación de espacios en línea seguros y relevantes. Fortalecer su capacidad contribuye a abordar la brecha de género, a la vez que amplía el acceso.
Esto lo hemos visto en proyectos apoyados por la Internet Society. En la pequeña aldea de Lasebella, Baluchistán—una zona remota de Pakistán—una red comunitaria liderada por la Asociación de Bienestar para la Nueva Generación (WANG) está apoyando a las mujeres para que encuentren educación de calidad y oportunidades laborales. Mujeres como Hafsa Qadir, que inició su propio podcast para hablar de cuestiones de género, y muchas otras que trabajan en dúos madre-hija en el centro comunitario donde tejen ropa y la venden en línea, se han beneficiado de la red.
Poblaciones indígenas
Las comunidades indígenas suelen vivir en zonas geográficamente aisladas, donde el acceso a Internet es escaso o inexistente. Incluso en lugares con redes disponibles, muchas poblaciones indígenas enfrentan la exclusión debido al idioma, la falta de contenidos relevantes para su cultura o la falta de apoyo a la autodeterminación de su gobernanza.
Para las comunidades indígenas, la conectividad no es solo una herramienta de acceso, sino que forma parte de un esfuerzo más amplio para preservar la lengua, apoyar la educación y mantener la continuidad cultural. Las iniciativas de banda ancha lideradas por comunidades indígenas han demostrado cómo las soluciones de conectividad centradas en la comunidad pueden alinearse con los valores de soberanía, sostenibilidad y control comunitario.
En la región del Chaco sudamericano, un grupo de mujeres del pueblo Nivaclé trabaja a diario clasificando algarrobos para producir la harina que venden para sostener sus medios de vida. Antes, estas mujeres dependían de intermediarios para acceder a mercados lejanos; ahora, publican sus productos en redes sociales y reciben pedidos en línea directamente de cafeterías y tiendas en Asunción, la capital de Paraguay. Impulsada por sus propios planes y una asociación local de mujeres indígenas, esta transformación comenzó con la conectividad.

Internet Society y la conectividad centrada en la comunidad
Internet Society ha apoyado a las redes comunitarias por más de una década. Hoy estamos ampliando este trabajo para adoptar un enfoque más amplio y centrado en la comunidad.
Lo hacemos de cuatro maneras principales:
1. Capacitación
Apoyamos a las comunidades con las herramientas, la capacitación y los recursos que necesitan para diseñar, implementar y sostener sus propias soluciones de conectividad. Esto incluye cursos, kits de herramientas y apoyo personalizado para la adquisición de habilidades técnicas, empresariales y de gobernanza.
2. Financiamiento e inversión
Ofrecemos financiamiento a través de programas como Conectar a los Desconectados y trabajamos para construir nuevas alianzas y modelos de coinversión. Esto incluye la colaboración con emprendedores sociales, líderes indígenas y organizaciones de refugiados para ampliar el alcance de nuevas soluciones.
3. Políticas e incidencia
Trabajamos con los formuladores de políticas para crear un entorno que habilite las soluciones de conectividad centradas en la comunidad, abogando por cambios en las licencias, el acceso al espectro y el financiamiento. Promovemos políticas inclusivas que reconozcan el valor de los modelos liderados por la comunidad.
4. Alianzas
Trabajamos con socios locales, organizaciones globales y capítulos de Internet Society para conectar a las personas con los recursos y el apoyo que necesitan. Nadie se conecta solo: las alianzas son clave para el éxito.
La conectividad centrada en la comunidad no es solo una solución técnica. Es una forma de abordar la exclusión, habilitar la participación y construir Internet desde sus cimientos. Garantiza que las personas que hoy están desconectadas no sean solo usuarios pasivos, sino creadores activos de su propio futuro digital. Conozca cómo trabajamos para conectar a los desconectados.
Imagen © Elyse Butler, © José Elizeche